EL GUASON, BATMAN Y ROBIN




Sinceramente no me alegro por la desgracia de un pobre anciano, el caso del exdictador guatemalteco José Efraín Rios Montt, pero no puedo dejar de verlo como un surco de esperanza para mi país, el hecho que aquel que parecía intocable, hasta impune, al fin sea obligado a hacerse responsable por sus actos, esos que fueron cometidos izando la bandera de un mal entendido patriotismo, y diezmaron al punto del Genocidio una parte vulnerable de la sociedad guatemalteca. A la base subyace un común denominador que a su vez se vuelve un patrón cultural en toda la región centroamericana y es el poder que dimana de la clase militar, o ¿DIMANABA?

En El Salvador este día nos sorprende nuevamente lo que en la rede social tuiter se ha dado en etiquetar, #ViernesDeSentencia en esta ocasión estuvo a cargo de otros Generales, David Victoriano Munguía Payes y Francisco Ramos Salinas Rivera, Ministro de Defensa y Director de la Policía Nacional Civil, respectivamente, sobre ellos pesa una decisión de la Sala de lo Constitucional que declara inconstitucionales sus nombramientos debido a su investidura militar que los vuelve incompatibles con labores de seguridad pública.

Sendas resoluciones judiciales, amén de su efecto jurídico “revolucionario”, es imposible no relacionarles e identificar en ellas un simbolismo el de una clase militar dominante que “sufre” una bofetada a manos del órgano judicial que en el pasado, fuere su manto de impunidad, será que la jueza guatemalteca termino de darles valor a los Magistrados de la Sala de Constitucional y al conocer de tal actuación se dijeron: -si ella puede, ¡nosotros también!. Por las razones que sea, debemos hacernos la pregunta como sociedad: ¿Qué haremos con estas sentencias?.

Bueno será que la institucionalidad funcione y se motive a cumplir con lo mandatado contenido en las sentencias, de esa manera podremos decir hemos dado un nuevo paso en la dirección correcta en el largo camino de la consolidación democrática